El reconocimiento de la Estación del Duelo es conmovedor. Muchos visitantes pueden utilizar la tiza proporcionada para dejar la huella de sus sentimientos en la Estación del Duelo. Al desvanecerse, los mensajes son sustituidos por otros. Así, el lugar parece transformarse una y otra vez, cobrar vida e iluminarse con un nuevo esplendor. Las estaciones del año siempre cambiantes hacen el resto del trabajo.
El duelo necesita su espacio. Por su arquitectura y diseño, la Estación del Duelo destaca en el paisaje del cementerio. Por encargo de la asociación «Patronato de la Cultura Funeraria Alemana» (Deutsche Bestattungskultur e.V.), tuvimos el privilegio de producir, entregar e instalar los elementos de hormigón para este proyecto excepcional. Un total de seis elementos de hormigón de color beis y un techo semiabierto forman los dos enormes «corchetes de hormigón» que resguardan el interior de las miradas indiscretas sin impedir el acceso del público.
Es agradable constatar que incluso después de un año no hay que reseñar daños por vandalismo ni comportamientos inadecuados.
Nos alegramos de haber participado en este proyecto tan especial y nos complace que la Estación del Duelo haya encontrado su lugar en los corazones y sea muy bien recibida por todos.
(Fotos: ®Katharina Roggmann / Stiftung Deutsche Bestattungskultur)