Gracias a un trabajo eficiente y a una planificación precisa, pudimos aceptar el primer andén en óptimas condiciones tras solo cuatro semanas de obras. Para ello fue necesario llevar todos los elementos y materiales desde Stuttgart hasta Esslingen en trenes de trabajo. Además, las obras en este primer andén se complicaron al tener que realizarlas exclusivamente durante interrupciones de circulación nocturnas que se prolongaban entre cinco y siete horas.
A pesar de estas limitaciones logísticas y de tiempo, conseguimos ejecutar el proyecto satisfactoriamente. Lo que no hubiera sido posible sin la estrecha y fluida colaboración con todos los participantes en el proyecto.
